Una mirada al pasado: El arte de Gideon Stahlberg

Original de Steve Cunlife
Esta vez les traigo un artículo en el que se habla de un jugador, si bien famoso entre quienes algo estudiamos de ajedrez, no muy famoso en otras esferas.. En mis años de juventud (ayer, jeje) Stahlberg era uno de los que perdía frente al genio.. ya se Capablanca u otro, ya sabía el resultado final, solo veía la partida para disfrutar del procedimiento. Aquello libros, en general propagandísticos, tal vez sin querer, crean este ambiente de que "los genios siempre ganan" que hace tan mal a las generaciones posteriores.. bueno, en parte por eso nace esta necesidad que tengo de publicar este artículo, así como otros. Recuerdo una conversación con Francisco Iturrieta, a mi juicio uno de los mejores estrategas de Arica (Ahora dónde estará? Santiago creo.. saludos Fco!), cuando analizábamos una defensa francesa.. yo le decía que el procedimiento de Kárpov contra el peón aislado en la variante Tarrasch me parecía perfecto, sin embargo, cuando jugué una partida e intenté aplicar el mismo contra Iturrieta, resulta que este ¡Me sacrificó el peón! lo siguiente que me dijo me hizo mucho sentido y removió mis esquemas mentales: "Bareev es seco, solo que en los libros muchas veces aparece la partida que pierde no más"... tenía mucha razón, me había creído toda la propaganda del campeón mundial ruso, pero no había profundizado en las sutilezas y en los detalles, como por ejemplo, conocer al mejor exponente de la época y ver sus partidas..

Bueno, volviendo a Stahlberg, seguiremos con las palabras de Steve Cunlife:
El gran jugador ruso Mikail Ivanovich Chigorin, "padre del ajedrez soviético", partió de este mundo un 26 de enero de 1908. Sin embargo dejó un poco de inspiración divina aquí, para Gideon Stahlberg que nació ese mismo día, en Gothenburg, Suecia. Quién a su vez podría decirse que es el "padre del ajedrez sueco". Su elegante y artístico estilo fue la envidia de muchos y representó a su país en nada menos que 14 olimpiadas desde 1928 en Hague hasta la de 1964 en Tel Aviv. Solo en una de esas oportunidad, la primera, él no jugó de primer tablero! Su rendimiento sobre 200 partidas de olimpiadas alcanzó un excelente 61%. No hubo ninguna competición en suecia, ya sea para los talentosos Gosta Stoltz  y Erick Lundin, en que el primer lugar fuera también para el mismo Stahlberg. Entre ellos representaban a Suecia 34 Olimpiadas, y Lundin, el último más conocido de los tres, con sus vivaces 76 años aún está entre nosotros y con un reciente elo cercano a los 2400!

Stahlberg está bien caracterizado por Lajos Steiner en su pequeño libro "Kings of the Chessboard": "La frase un jugador fino no aplica quizás para ningún jugador tanto como para Stahlberg en el completo sentido de la palabra. Esta frase realmente describe el juego de Stahlberg. Su juego es bastante sencillo, pero de repente nos encontramos que tiene un profundo y evolucionado plan configurado, delicadamente tejido, conteniendo una delicada finura. Nunca fuertemente robusto, sus partidas dan la impresión de una fotografía pintada con trazos finos, otorgando una apariencia agradable. Aún el gran placer viene de mirar y seguir cada linea individual con tal arte dibujadas".
El gran maestro sueco fue afortunado de haber vivido en una época en donde se podía cruzar palabras con muchos grandes jugadores del pasado (Lasker, Capablanca, Alekhine, Nimzowitsch, Spielmann and Maroczy por nombrar unos pocos) y también tener la oportunidad de encontrarse con Botvinnik, Petrosian, Smyslov, Spassky, Larsen y Korchnoi en el tablero.
Aparte de exitosos triunfos en torneos, ganó matchs contra Nimzovitch y Spielmann, entablando uno contra Keres.
El gran factor en el juego del sueco, sin embargo, fue su enfoque en el partido. El resultado era una pequeña consecuencia. Verdad y belleza era lo único que importaba y su búsqueda la dirección de su barco.
Creo que le gustarán las partidas que siguen.
En un match contra el gran Nimzovitsch el sueco emergió con la victoria por +4=2-2, mostrándose a sí mismo tan familiarizado con las intrincadas lineas de la Nimzo India como su famoso oponente.

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