Breve crónica acerca del torneo escolar

En el torneo jugado este sábado, se destacó la participación de estudiantes que, justo en fechas del regreso de vacaciones, no se hicieron problemas en asistir al evento; es loable. Para 6 ajedrecistas fue su primer torneo y no eso no se notó, necesariamente en sus partidas. Hubo un par de "mate de pastor", maniobra que parece no dejar nuestras lides en un buen tiempo, pero lo que más me sorprendió, fue "horrores" como el protagonizado por uno de los finalistas: Las blancas jugaron, decididamente, 5 Cxe5, Cxe5; 6 d4 Pensando que recuperan la pieza. Sin embargo, las negras, tranquilamente pueden comer el alfil de c4 (!). En la partida, se hizo otra jugada y las blancas, luego, se anotaron el punto. Los errores los podemos cometer todos, pero esto es un llamado de atención a quienes ven en los que "siempre sacan medallas", a jugadores que no comenten errores. Esta apreciación es falsa y tanto entrenadores como apoderados, siempre deben recordársela a sus pupilos: "no se respeta a los ases", "siempre atento", "no hay enemigo pequeño". Otro tema que quisiera destacar, es el factor tiempo. Las partidas de este torneo fueron jugadas a 15 minutos por jugador. Parece extraño pensar en "pedir calidad" si bisoños ajedrecistas son sometidos a la presión del minutero... sin embargo, es claro que la continua práctica en partidas, como en problemas razonados, usando el reloj, disminuye el tema de jugar rápido y mal. Es por esto que estoy de acuerdo que en estos torneos se use el reloj; tal vez, se podrían agregar más minutos, si se respetara la hora de inicio de los eventos, es usual que o los jugadores llegan tarde, o los organizadores o a veces, hay un problema "con el sistema". Me ha pasado... la idea es corregir estos errores, tal como se hace en el ajedrez, para que los estudiantes tengan la posibilidad de practicar tanto con reloj como anotando la partida. Es común que al preguntarle a un joven exponente sobre su partida, casi no se acuerde de qué jugó. La posibilidad de mejorar entonces, se hace cada vez más difícil, porque no se parte de una situación concreta, no tienes "datos de entrada" con los cuales comparar luego el resultado final. Priscilla Lavín, de la escuela Ricardo Silva Arriagada junto a Kristopher Soto, fueron los que más aumentaron su puntaje local (+26). En la penúltima ronda, en la partida entre Christian Brielmaier e Ignacio Rivera, el primero logró obtener un ataque, algo confuso, pero que le reportó en un descuido de su rival, una pieza, "sana" como decimos en el medio ajedrecístico. Con todo a su favor, el joven Brielmaier arremetió con todo... Ignacio, sin rendir, jugó su último cartucho y hasta con menos tiempo.... terminó dando mate. El jugar rápido (y mal, como decíamos antes) otra vez le volvió a costar a Christian. Sebastián Gutiérrez fue uno de los que causó sorpresa. Su derrotas contra Christian Brielmaier y Kristopher Soto en las 3 y 4 ronda respectivamente, lo dejaron relegado a un tercer puesto, a 1.5 puntos en m-bucholz de Fernando Corvacho, transformándos en el que más bajó en el puntaje local (-20 pts). ¿Relajo? La respuesta la conoceremos en el siguiente torneo, a realizarse en la escuela Humberto Valenzuela García, a las 09:30 hrs. donde de seguro se enfrentaran estos titanes del ajedrez escolar.

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