Un pequeño gran paso de peón

(Por Guillermo Páez)
Respecto a la nota que leí en este blog, la ultima, escribía una opinión, pero esta se fue alargando hasta una reflexión que abarca algunos temas de nuestro ajedrez y que gustaría compartir. Seria ideal realizar una serie de torneos sistemáticos para la práctica, y que a la vez sean clasificatorios a los nacionales... Pienso que en general al realizar los torneo siempre se tiene en mente que llegaran los mejores a las instancias finales, es lógico y es parte de la competencia, pero solo se queda estancada la mirada en esa parte, y¿ la otra parte?... los jugadores que "no tienen" chances?, como bien dices Héctor, primero debe ganarse uno mismo, en mis años de ajedrez he pensado de la misma manera, por eso creo que las competencias no solo debe mirarse en este ángulo, sino dar cabida a la superación personal. La disyuntiva es como se puede dar espacio a la superación. Creo que masificar el ajedrez es positivo, pero no de esta manera o esta mirada, ¿por que? lo que pasa es que miramos con ojos de "adulto", solo el premio, el lugar, la clasificación, la figuración, solo esto se le inculca al niño y ¿donde quedan los beneficios del ajedrez que siempre se añoran? Los torneos no son solo para que los niños ganen, sino que para que se desarrollen y que sus capacidades sean puestas a prueba, si es un rival fuerte, mejor. Si se mirara con ojos de niño... estos saben y ven que hay tres copas y medallas y claro! les gustaría ganarlas, obvio! ellos saben q no habrá copas para todos, pero ¿que pasa? no se desaniman :) juegan con entusiasmo, unos mas cerca del oro q otros, pero todos se dan a pensar un "yo puedo" en algún momento. La forma de fomentar el "superarse a si mismo" es superarnos a nosotros mismos, aprender del entusiasmo de los niños, entusiasmo que dándole buen curso, lograra dar un gran empujón al niño, para que este siga con su superación. La constancia, el esfuerzo, el temple, la voluntad entre otros, son valores desarrollables, que pueden posibilitar de manera óptima el desarrollo de una disciplina y que estas sean perdurables. Esto no es creer en una utopia, sino que creer con pequeños actos, que lamentablemente olvidamos, que a veces resurgen como buenas intenciones, pero deben ir acompañadas de buenos actos sinceros y pequeños pasos de un humilde peón. Para terminar, me acuerdo de una frase que escuche por ahí... “no todos pueden ser un gran artista, pero si un artista puede estar en cualquier lugar"... ¡y todos tienen la posibilidad!

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