Caída de Internet, se levantan las miradas

Recuerdo que estaba en pleno ajedrez urbano. Había subido una de las posiciones críticas de una partida, un clásico de 1980. Hasta ahí todo normal.
Luego, llegó Daniel y al rato Jonathan, entonces, al intentar subir nuevas fotos ad portas tremendos golpes tácticos y estratégicos (como el Dd1 triplicándose sobre la columna d).. Nada se cargaba.

Hice lo típico, reinicié el móvil; usé otros servicios, como Signal (altamente recomendable)... El problema no era generalizado. Conversando con los tertulios del momento, caí en cuenta que ciertas redes sociales eran las que presentaban inconvenientes.

Las partidas continuaron, pasó Juan que no pudo quedarse, luego "el campeón de Talcahuano" (ya le preguntaré el nombre para acortar su mención, jeej) hizo gala de certeros golpes tácticos ante un siempre escéptico Jonathan y al rato llegó el sr Santibañez. Tremendas partidas, muy peleadas, ganando con 1 segundo en el reloj y posición completamente incierta en el tablero..

En fin, pasó la tarde. Absortos en el tablero, era difícil darse cuenta de los cambios de la gente.. Sin redes sociales, empezaban a levantar sus miradas. De pronto se encontraban, se daban cuenta.. Eran conscientes de quiénes estaban al lado.. Se rompieron frases como "hace tanto que no te veía" y el golpe era ensordecedor; se rompía la realidad entre tanto abrazo, a diestra y siniestra.. Amigos, familias e incluso viejos amores.

Uno de ellos ni siquiera sabía que aquel estaba aún en la ciudad. Pasaba todos los dias a su lado y de no ser por la caída.. Nunca lo hubiese notado. Más allá, padres/madres hablaban con sus hij@s, los encontraban más grandes..

A l@s chic@s les costó menos de lo que se esperaba, ya que siguen siendo niñ@s, fueron al cajón olvidado y sacaron juguetes, uno que otro ordenó unas piezas en un tablero blanquinegro.

En unas horas cambió la realidad, nuestra realidad. Seguíamos absortos, pero recuerdo aquellas explosiones de reencuentros. No me pareció raro, pensé que era el sonido de las piezas y la fuerza de cada jugada.. Horas después, meditando luego de un temblor, tipo 4 de la mañana (sí, no he dormido nada), recién comprendí la naturaleza de los estruendos de aquella tarde.

Cierto que fue un instante.. Porque a las horas después todos estaban conectados de nuevo. En retrospectiva, fue como la escena de matrix, cuando la nave que lleva a Neo y Trinity sobrepasa las nubes y el cielo, la vista, es idílico; para luego volver a las tinieblas y seguir con la batalla. Mientras los medios hablan de cyberbullying y formas de combatirlo, obviamente sin mirar la raíz del problema...

Ya es hora de volver a mis propias tinieblas, asi que en vez de dejar este posteo huérfano de final, quisiera puntualizar lo bien que nos hace jugar ajedrez.. El análisis post mortem nos invita a relacionarnos, a recibir y saber dar un punto de vista.. Nos maravilla y nos lleva fuera de las nubes y levanta nuestras miradas.